El abogado evaluará entonces la situación y decidirá si se disputará la deportación en la corte o si hay otros caminos alternativos para ayudarle. El abogado acompañará al inmigrante a las entrevista con el juez y buscará cualquier tipo de arreglo que beneficie al cliente. En algunas situaciones, es posible solicitarle al juez la residencia o la ciudadanía. En otras, también es posible pedirle al juez alternativas como la visa de asilo, evitar la remoción o protección por la convención contra la tortura. Otros caminos pueden implicar permanecer bajo protección temporal de TPS, DACA y otros.